8 de noviembre de 2010

Entrevista a José Campagnoli

“Nació un partido que vino a poner el cuerpo”

El presidente del Encuentro Capital, Jose Campagnoli, reflexiona sobre el nuevo escenario nacional, hace un balance de la campaña de afiliaciones que culminó con la obtención de la personería en la Ciudad, plantea la necesidad de construir y fortalecer el Nuevo Encuentro en la Ciudad y nos da su opinión sobre los desafíos del partido para el futuro.






Las repercusiones de la muerte de Néstor Kirchner

Creo que la muerte de Néstor Kirchner lo que hace es agigantar su figura, y agiganta en alguna medida lo que ha sucedido en el país en los últimos años. Nosotros creemos que en la Argentina, a partir de la crisis del 2001, se produce una ruptura nítida y clara, en términos políticos, económicos y culturales, con un modelo hegemónico que dominó la escena en la década del ’90, y que el sujeto político que encarna la salida de ese modelo tiene que ver con el kirchnerismo, y tiene que ver mucho con la figura de Néstor Kirchner.
Nuestra fuerza política, como es sabido, reconoce este proceso y siente que es parte de esta avenida de pensamiento que se reinaugura en Argentina a principios del 2003, y que, con contradicciones, con matices, con cosas buenísimas y con cosas que no, indiscutiblemente es parte de un proceso emancipatorio del país, que está en sintonía con las transformaciones que vive América Latina, las cuales son auspiciosas y van marcando, indiscutiblemente, un quiebre con un modelo neoliberal hegemónico, de los sectores conservadores.
Como plantea Martín, el vacío que deja la muerte de Kirchner es similar o parecido a la huella que ha marcado. Eso se evidencia no solamente en pasos tangibles, como la integración regional, como la recuperación de la política y la recuperación del debate de ideas y el corrimiento de los mercados en cuanto órganos decisores a un lugar más marginal, sino también en la recuperación de las jubilaciones en manos del Estado, el fin de las leyes de impunidad, e, indiscutiblemente, también hay una expresión más intangible, todavía difícil de categorizar, que fue lo que se puso en escena los días posteriores a su muerte; la irrupción del pueblo, de las masas en movimiento en la plaza, en una despedida tan profunda como sentida, da cuenta de que hubo una construcción, que muchos quisieron negar. Una construcción tal vez no organizada y no institucionalizada, pero sí una construcción social, que emergió y se puso en la cancha los días posteriores a su muerte, en una demostración masiva de afecto, de fervor y de apoyo popular a un sujeto político que todavía, tal vez, haya que categorizar, que tal vez sea el kirchnerismo, o tal vez sea algo más profundo inclusive que el kirchnerismo
Por delante aparece un futuro que es promisorio. Nosotros lo planteamos con absoluta claridad, la Presidenta tiene todo nuestro apoyo en la línea de profundizar el rumbo, de avanzar en todo lo que falta. Creemos que en la Argentina hay que construir una gran fuerza política que pueda recuperar las mejores identidades de nuestra historia, pero esas identidades hoy están en tensión con los aparatos políticos que formalmente las expresan, y que esa gran fuerza política que hay que armar tiene que expresar mucho de lo que en la plaza se unió solo. En realidad no se unió sólo, se unió a partir de la muerte de la expresión más clara o genuina de ese proceso político. Pero eso que se unió en la plaza hay que intentar unirlo en términos institucionales para darle organización a un sujeto político que quiere ir por más, que fue a la plaza a decir “Fuerza Cristina” y “Hasta la victoria”, en un canto de lucha y profundización. Y esto, para nosotros, nos marca que hay que profundizar la línea de construcción política que venimos teniendo en estos años.

La obtención de la personería jurídica del Encuentro en Capital

En ese marco nos parece a nosotros importante, y estamos muy contentos, por haber logrado un pequeño pero gran objetivo al mismo tiempo, que es haber obtenido la personería política en la Ciudad de Buenos Aires. Personería jurídica que marca, por un lado, que hay un fuerza política que nace. Que nace y que nació para poner el cuerpo. Que nació para hacerse cargo de las discusiones que hay en el país y en la Ciudad, y que también tiene un costado particular, que no nos sorprende pero sí nos sigue gratificando, que es cómo se consiguieron esas cuatro mil y pico de fichas. Eso tiene que ver con el esfuerzo militante, tiene que ver con cientos de compañeros y compañeras que día a día poníamos el hombro, poníamos el cuerpo, poníamos el tiempo para juntar en cada esquina, en cada rincón de la Ciudad de Buenos Aires esas afiliaciones. Esas afiliaciones que tienen que ver con el compromiso, que tienen que ver con la militancia. Esas fichas son afiliaciones que no se compran ni se venden. Son afiliaciones a partir del debate, a partir de la convicción, a partir de intentar recuperar la política como instrumento de transformación de la sociedad y los partidos como vehículo de esa transformación. Creemos que hay dos motivos para alegrarnos y para felicitarnos en una felicitación colectiva: uno es haber llegado al objetivo y el otro es cómo se llegó.
Creemos también que este es un punto de llegada, pero también un punto de partida. Estamos convencidos de que en la ciudad y en el país hay que construir una fuerza política con un profundo anclaje en la sociedad, creemos que nuestro partido tiene que tener un profundo arraigo en los sectores populares de la Ciudad de Buenos Aires, nos imaginamos que haya un referente en la ciudad en cada barrio, cada manzana, en cada lugar de Buenos Aires. Creemos en una fuerza política que esté presente y sea protagonista del debate estudiantil y juvenil en la Ciudad, que esté presente en las universidades, en los secundarios, en los terciarios. Que esté presente en cada barrio donde haya un joven para organizarlos, para discutir, para debatir, y para que juntos podamos también pensar cómo es la sociedad del futuro, la sociedad que deseamos.
Tenemos que constituir y profundizar el Nuevo Encuentro en la Ciudad, como articulación de diversas fuerzas políticas, como lo estamos haciendo también en otros distritos.
Hay que tener indiscutiblemente, como lo tenemos, presencia en el movimiento obrero, donde el movimiento obrero se expresa y se organiza. Es conocida nuestra vinculación con la CTA. Hugo Yasky y otros compañeros de la dirección nacional de la central son miembros de la conducción de nuestro partido y es un orgullo para nosotros contar con ellos. Hay que tener una política fuerte hacia los sindicatos que tienen que ver con la CTA, pero también con los sindicatos que hoy están encuadrados en la CGT. Nuestro modelo de central, de sindicalismo, tiene más que ver con lo que plantea Hugo Yasky, pero creemos que también se da un debate en la CGT. Son distintos los gordos empresarios que se enriquecieron en los noventa, que tienen cadenas de oro y están de crucero por Miami, que otros sindicalistas que, más allá de las prácticas que podemos no compartir y de hecho no compartimos, están peleando por avanzar en los derechos sociales y económicos de los trabajadores. Por lo tanto hay un debate que hay que dar también hacia la CGT. Y nuestra fuerza política tiene que tener un profundo compromiso con esos debates que se dan en el movimiento obrero, y tiene que estar expresada esa discusión en la fuerza política.

La propuesta del Encuentro en la Ciudad

Nosotros somos muy críticos de la experiencia del progresismo en la Ciudad, creemos que hay muchas cosas que se hicieron bien, y otras tantas que se hicieron mal. Pero esta derecha vino a socavar ese piso, bajo pero piso al fin, y creemos que hay que construir una gran propuesta en la Ciudad de Buenos Aires que combine vocación de poder, vocación de mayorías, cierta homogeneidad. No podemos repetir la frustración de llegar al gobierno para no mejorar o cambiar las cosas. Creemos que hay que armar una propuesta en la Ciudad que sea amplia y heterogénea, donde las identidades no se diluyan, donde las identidades tengan un peso específico y puedan desarrollarse, pero que tengan como objetivo armar un gran bloque político que sea competitivo y que pueda enfrentar a la propuesta que el PRO seguramente hará el año que viene.
Y para todo eso, como dijimos siempre y lo repetimos, precisamos convocar a miles de hombres y mujeres que tienen ganas de empezar a militar, o los miles que dejaron de militar pero quieren volver a hacerlo, a los miles que quieren seguir militando en causas que creen justas y necesarias. Y precisamos una fuerza política con capacidad para enamorar, para devolverle a la política el lugar que históricamente le correspondió y que durante muchos años se ha tergiversado: es la herramienta que los pueblos tienen en sus manos, en su poder, para cambiar la historia, para escribir una página de la historia.