
El Encuentro es un partido que desde su nacimiento ha forjado su identidad reconociéndose en las luchas populares de la historia, poniendo el cuerpo en el presente y mirando siempre hacia un futuro que se construye colectivamente. En el Encuentro se conjuga así el carácter novedoso de una nueva estructura partidaria con una heterogeneidad de tradiciones políticas, de las que tomamos aquello que nos marca como un partido de izquierda, nacional, popular, que quiere gobernar, y que no le hace el juego a la derecha ni a los intereses corporativos que encuentran sus voces en el macrismo o en el peronismo federal.
El 2011 es un año electoral donde se definirá si continúa el rumbo que comenzó en 2003, que nosotros apoyamos y defendemos, o si el conjunto del pueblo argentino tendrá que sufrir las consecuencias de un retroceso político. Nuestro objetivo es profundizar lo que se ha hecho hasta ahora y comenzar a hacer lo que todavía falta, y estamos convencidos de que para eso es necesario apoyar a la actual Presidenta. Pero además, y esto es tan importante como lo anterior, debemos lograr que la realidad de cada uno de los distritos de la Argentina se coloque en el mismo rumbo que el país, porque es urgente que la represión a los qom en Formosa a manos de Insfrán no ocurra nunca más. De esta manera será posible comenzar el arduo proceso que implica terminar con las desigualdades regionales.
Así, para que este momento de la historia argentina no sea sólo un buen recuerdo sino un momento fundante, hay que trabajar para que surjan las fuerzas políticas y sociales que generen el anclaje de este rumbo nacional en cada provincia y municipio del país. Esto significa que como un partido autónomo e independiente tenemos la obligación política de interpretar la realidad en cada provincia y en cada ciudad, y de esta forma construir frentes en base a ideas y banderas que no se modificarán después de las elecciones.
Es evidente que la Ciudad de Buenos Aires es uno de los distritos más importantes y también de los más complejos, porque en estos últimos tres años los sectores más conservadores de la política y los representantes de las corporaciones económicas más concentradas, han elegido a nuestra ciudad como el trampolín para su proyecto nacional. Pero están fracasando por sus propios méritos, ya que la gestión de Macri es una de la peores que recuerda Buenos Aires en su vida democrática. No sólo se ha retrocedido en materia de equidad, educación, salud e inclusión, sino que se han desaprovechado tres años de crecimiento económico, estabilidad y recaudación en alza.
Para profundizar el proceso que comenzó en 2003 de inclusión social y recuperación de la política, para terminar para siempre con los discursos contra los derechos humanos y a favor de la mano dura que sólo atacan a los más vulnerables, para terminar con las desigualdades y saber que hay logros que ya no pueden retroceder –como la Asignación Universal por Hijo, la Ley de Medios (SCA) o el Matrimonio Igualitario–, es necesario que el Encuentro siga creciendo como lo hizo vertiginosamente durante 2010. Ahora, con la conformación del Nuevo Encuentro, podemos seguir pujando por un frente más amplio que vuelva a poner a Buenos Aires en el camino que sigue la nación y la región suramericana.
En este sentido, encaramos el 2011 colocando nuestros mayores esfuerzos en la construcción territorial, porque este tipo de construcción es el que permite relacionarse cara a cara con ciudadanos y ciudadanas, y construir colectivamente. Las elecciones comunales tienen que ser una oportunidad para el Encuentro para demostrar que la política ahora se hace en los barrios, en las calles y en las plazas. La otra opción no existe, porque significaría ceder ante el poder de los medios de comunicación y aceptar que la política sólo puede ser mediática, bajando o subiendo banderas según lo que marcan las encuestas.
En este 2011 tenemos que tener presente la forma en que llevamos a cabo la campaña de afiliaciones: en los barrios, en las plazas, en la universidad, en los gremios, con la fuerza de la militancia que hizo crecer al Frente Sindical y al Frente de Mujeres, a cada una de las comunas en el Frente Territorial, al Encuentro Universitario en la UBA y en la FUBA, que permitió pisar fuerte en los secundarios y en los terciarios donde la Juventud es protagonista, un crecimiento que hoy en día nos permite decir que tenemos dos legisladores porteños –Cerruti y Ruanova– y un bloque en Diputados cada vez más amplio (Sabbatella preside actualmente el bloque Nuevo Encuentro que nuclea a Heller, Ibarra, Basteiro, Rivas y ahora también a los fueguinos María Rosa Díaz y José Martínez).
Esa fuerza multiplicada por miles será la que saque al macrismo de la Ciudad, para recuperarla de las manos de la derecha empresarial y convertirla en una Ciudad para todos y todas, para los del Sur olvidado, también.