15 de octubre de 2010

Editorial

¡Superamos las 4000 afiliaciones!
Luchas, debates y definiciones que dan sentido al Encuentro
El último 7 de octubre dimos un paso muy importante: presentamos ante la Justicia Electoral las 4600 afiliaciones que nos dejan a un paso de obtener la personería jurídica en la Ciudad de Buenos Aires.

El 26 de julio del 2008 más de 200 compañeros y compañeras reunidos en Asamblea Fundacional nos comprometimos a construir en la Ciudad de Buenos Aires una fuerza política de carácter nacional: el Encuentro por la Democracia y la Equidad. Hoy somos muchos más y seguimos creciendo.
El último 7 de octubre dimos otro paso muy importante en esa dirección: presentamos ante la Justicia Electoral las 4600 afiliaciones que nos dejan a un paso de obtener la personería jurídica en la Ciudad de Buenos Aires.
La campaña de afiliaciones ha sido un proceso de construcción política que nos ha dejado un aprendizaje que no se obtiene de otra forma, sino en el contacto diario y directo con la realidad que queremos transformar.
Muchos fueron los debates y las luchas al calor de las cuales fuimos recolectando los más de 6000 avales y 5600 afiliaciones; desde aquellos días de mediados de 2008 en los que Julio Cobos, con su voto no positivo, ponía nuevamente en evidencia la fragilidad de un sistema de partidos y de alianzas estructurado por conveniencias y no por convicciones. Fueron avales y afiliaciones alcanzados denunciando y enfrentando a los matones de la UCEP, participando de la multisectorial contra el Fino Palacios, promoviendo la Comisión Investigadora Especial en la Legislatura, por citar sólo algunos ejemplos.
Construimos el Partido confrontando a la derecha macrista y su agenda de abandono de las políticas sociales, educativas y sanitarias. Estuvimos en la calle en las luchas gremiales y estudiantiles, en los secundarios y en las facultades, al igual que con los trabajadores de la salud y la educación.
Fuimos construyendo y organizando el Partido participando activamente del debate que se da en nuestra Argentina sobre la redistribución de la riqueza, la estatización del sistema de jubilaciones, la nacionalización de Aerolíneas, la Asignación Universal por Hijo, etc. Y también fuimos protagonistas en muchísimos de los foros que culminaron con la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Al calor de esta campaña de afiliaciones impulsamos nuestra agenda parlamentaria, poniendo en debate ante los vecinos y las vecinas de la Ciudad de Buenos Aires y de todo el país medidas como el Matrimonio Igualitario, La Ley de Libre Acceso a la Información Pública, la Libertad Sindical, La Ley de Servicios Financieros, todas acciones emprendidas en la Cámara de Diputados por el Bloque Nuevo Encuentro que preside nuestro compañero Martín Sabbatella.
Queremos que nuestra fuerza política colabore con la construcción de la sociedad que soñamos, metidos de cuerpo entero en el barro de la historia, que se desafíe permanentemente a barrer los límites del presente, que no tolere el posibilismo como estrategia y que no confunda nunca dónde es que se expresan los intereses de las clases dominantes que tenemos que enfrentar.
Para edificar la sociedad por la cual militaron miles y miles de compatriotas a lo largo de nuestra historia, tiene sentido nuestro Partido. El Encuentro no nace para dar testimonio en una coyuntura, nace para intervenir con cuerpo y alma en la etapa que le toca atravesar; pero nuestra razón de ser no se limita a una coyuntura.
Para esto tiene sentido nuestra personería. Y también tiene sentido por la forma en que lo hicimos. Creemos que forma y contenido van de la mano, no se puede pelear por un mundo mejor con prácticas degradantes. Afiliamos a puro esfuerzo, con mucho sacrificio, con mucha alegría, poniendo el cuerpo, sin buscar atajos, y sin resignarnos a lo que la “política tradicional” invita.
Ahora entramos en una nueva etapa en la que debemos definir qué tipo de partido necesitamos, cómo desarrollarlo en cada uno de los frentes de trabajo, y cómo fortalecemos el Nuevo Encuentro. Además debemos intentar confluir con otras experiencias del campo popular para que en nuestra Ciudad construyamos una gobernabilidad alternativa a la que propone la derecha. Esta es la tarea que demanda la etapa, tenemos que discutirlo intensamente, organizarnos y seguir la marcha, y así estaremos ratificando el compromiso que asumió el Encuentro cuando decidió nacer en la Argentina.