La aprobación del matrimonio igualitario:
Un acontecimiento histórico que transforma al conjunto de la sociedad
La aprobación del matrimonio igualitario es un acontecimiento histórico porque marca un antes y un después en el largo y amplio proceso de luchas por construir una sociedad más justa y más igualitaria.
La aprobación del matrimonio igualitario es un acontecimiento histórico porque marca un antes y un después en el largo y amplio proceso de luchas por construir una sociedad más justa y más igualitaria.
Esta lucha en particular la vienen dando desde hace muchos años organizaciones como la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) y la Federación Argentina de Lesbianas, Gay, Bisexuales y Trans (FALGBT). El Encuentro, especialmente a través del trabajo militante e inclaudicable de Vilma Ibarra, se sumó a esas múltiples voces presentando este proyecto de ley, para contribuir a que cada vez sean más escuchadas en pie de igualdad. Por eso éste es un triunfo de la comunidad, de las organizaciones, nuestro también, pero especialmente de toda la sociedad argentina.
La modificación del Código Civil para que las parejas del mismo sexo también puedan casarse, para que también sus familias tengan los mismos derechos que las que conforman parejas heterosexuales, transforma al conjunto de nuestra sociedad. Porque si bien esta ley modifica la realidad de un grupo concreto de personas, tiene a su vez un efecto que se extiende mucho más allá. Un efecto simbólico y, precisamente por ello, inmenso. Simbólicos son los criterios con los que leemos la realidad, con los que miramos y nos relacionamos con los otros, con los cuales identificamos un problema o lo pasamos por alto, y también son simbólicos los criterios que guían la construcción de las soluciones.
Y cuando se aprobó el matrimonio igualitario primaron los criterios de la inclusión, la igualdad y la diversidad. Incluir a aquellos que estaban excluidos de los beneficios que nos proporcionan los derechos explica por qué era tan importante un proyecto de ley que mantuviera la misma institución y la misma palabra.
Por otro lado, se trataba de entender que la igualdad y la diversidad no se oponen, sino que, por el contrario, se necesitan mutuamente. Es por ello que mientras algunos decían defender a “la familia”, nosotros elegimos y luchamos por defender los derechos de las familias, en plural, de todas ellas, iguales y diversas.
El 15 de julio fue un día histórico. La sociedad argentina se transformó simbólicamente. Somos más iguales, más diversos, más democráticos.
Este hecho historico habra que revertirlo aun a costa de sangre... es a la situacion a la que estos degenerados (y aqui me refiero a quienes la han aprobado, contra la voluntad de las mayorias), nos han llevado. El problema lo han provocado quienes vienen dando publicidad a esta aberracion -historica-....
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