El macrismo desoye la Constitución de la Ciudad y la Ley de Comunas
Desde el Poder Ejecutivo de la Ciudad se está intentando crear la figura de los PreConsejos Comunales, que no existe ni en la Constitución de la Ciudad ni en la Ley de Comunas. El único propósito de este accionar contrario a la ley es no reconocer el funcionamiento actual de los espacios colectivos de participación, que fueron constituidos en forma espontánea por las y los vecinos de las comunas, como respuesta a la postergada implementación de la descentralización.
Luego de repetidas postergaciones, la elección de autoridades por comuna fue fijada por Ley 3.233 para el 5 de junio del año próximo. Específicamente, quienes viven en la Ciudad podrán elegir a las Juntas Comunales, el principal órgano ejecutivo en la descentralización que deberá garantizar la efectiva desconcentración de competencias y la operatividad de ciertos órganos deliberativos más representativos, como los Consejos Comunales.
Esta norma no sólo fija la fecha de los comicios, sino que también establece que el Poder Ejecutivo debe realizar actividades de difusión y formación pública hacia la descentralización, y remitir a la Legislatura un programa de transferencia de competencias y servicios. Cuando el 16 de junio pasado el macrismo, llamó a reuniones en cada uno de los CGP para conformar los PreConsejos, no sólo quebrantó este mandato, sino que, además, incumplió con otra de las directrices de la ley 3.233: abstenerse de realizar actos que de cualquier forma se entrometan o menoscaben las funciones de competencia exclusiva de las comunas.
Son las propias comunas las que, por mandato constitucional, deben crear los organismos consultivos de deliberación, asesoramiento, elaboración de propuestas y definición de prioridades presupuestarias y de obras públicas. Así lo establece con total claridad el artículo 131 de la Constitución de la Ciudad, el que sólo delega la forma de integración y funcionamiento de estos órganos en la Legislatura, no en el Poder Ejecutivo.
Entonces, por un lado, el Poder Ejecutivo del gobierno local se arroga competencias que no le son propias. Por otro, cuando realiza esta convocatoria contraria a la ley no realiza la difusión adecuada, por lo que resulta evidente, entonces, la falta de una verdadera intención de garantizar una participación amplia y plural de todos los actores y todas las voces hacia la descentralización.
A comienzos de mayo, violando el mandato constitucional, el macrismo decidió crear la figura de PreConsejos Comunales. Lo hizo a través de una resolución de la Subsecretaría de Participación Ciudadana, que desoye tanto a la Constitución como a la Ley de Comunas, y se arroga una competencia que no es propia. Esta estructura, creada ilegítimamente, sólo pretende desconocer y desarmar el funcionamiento que ya tienen hoy los Consejos Comunales Consultivos, espacios colectivos de participación conformados en forma espontánea por quienes habitan las comunas, como respuesta a la postergada implementación de la descentralización.
Esto es precisamente lo que quedó en evidencia en esas reuniones el 16 de junio. Muchas de ellas se realizaron en el CGP correspondiente a la comuna, o bien en alguna entidad que prestaba las instalaciones. En varios casos, el lugar era muy pequeño para contener a todos los participantes, lo que tendía a confirmar la sospecha de que el macrismo esperaba que la casi nula difusión de la convocatoria efectivamente provocara una baja participación de los ciudadanos. Sin embargo ello no sucedió así, puesto que en muchas comunas los vecinos, vecinas y organizaciones sociales, barriales, políticas, etc., ya habían conformado el Consejo Consultivo, a través del cual difundieron la información e incentivaron a la participación.
Quienes venían formando parte de estos Consejos realizaban intervenciones en las que se reconocía un eje en común: la necesidad de que el Gobierno de la Ciudad reconociera efectivamente la existencia de estos Consejos, para que la participación ciudadana sea una realidad, y no se quede en una idea vacía, como parece querer el macrismo. A partir de allí se solicitó que el gobierno proveyera de la infraestructura necesaria para su funcionamiento (como el lugar de reunión, computadora, fotocopiadora, la base de datos actualizada de las organizaciones inscriptas, canales de difusión, entre otras cosas), pero siempre garantizando la autonomía del Consejo, tanto del Gobierno como de los CGP y sus directores. Finalmente, se planteaba que estos mismos Consejos Consultivos participaran fuertemente en el necesario proceso de transición de competencias y responsabilidades, tarea que debe encararse urgentemente desde la Legislatura, tal como lo marca la Ley.
En algunos casos, ante la negativa de la dirección del CGP de reconocer la organización espontánea de los ciudadanos, muchos se retiraron, no sin antes realizar un llamado a seguir participando de los Consejos, tal como se venía haciendo hasta ahora. En otros, se acordó que debía llamarse a una nueva reunión, pero en caso de que el CGP no lo hiciera, la convocatoria se realizará por fuera del CGP.
Desde el Encuentro por la Democracia y la Equidad (EDE) rechazamos cualquier intento del macrismo que tienda a dejar la Ley de Comunas como letra muerta, y exigimos que el necesario proceso de descentralización que debe darse la Ciudad de Buenos Aires esté caracterizado por la transparencia, la difusión de información y la participación del mayor número posible de entidades, redes y otras formas de organización vecinales no gubernamentales, además de por las y los vecinos de las comunas.