17 de marzo de 2010

En el local porteño

Sabbatella habla de todo en la primera entrevista de nuestro boletín


El diputado nacional Martín Sabbatella dialogó de todo en las oficinas del EDE de la Ciudad de Buenos Aires. Habló del presente político de la Argentina, de la experiencia de gobernar y del crecimiento del Partido a nivel nacional. También se refirió al rol que cumple hoy la centroizquierda en el país.
Te invitamos a compartir el resumen en este video, y algunas de las respuestas más interesantes.

¿Cuál es el lugar del EDE ante la actual coyuntura que parece querer colocarte sin matices como 100% oficialista o 100% opositor?

Tanto desde el partido como desde el bloque que conformamos en el Congreso decimos que se fueron dando varios debates juntos. Toda la discusión vinculada a las formas que se utilizaron para tomar determinadas medidas y otra discusión sobre el contenido de esas medidas. Hay quienes se han agarrado de si la herramienta era la correcta o no para esquivar o tapar el debate sobre el contenido, hay quienes sinceramente hacen la crítica sobre la herramienta en sí.

(Hoy) hay un debate que es importante dar si es correcto o no utilizar las reservas para pagar los compromisos externos y este debate creemos que hay que darlo. Nosotros dijimos con mucha claridad que en relación al tema de la deuda nos parecía correcto y necesario que haya una comisión investigadora que pueda evaluar, que pueda investigar, que pueda profundizar sobre el origen de la deuda. Que pueda discernir entre el origen ilegítimo y legítimo de la deuda. Que pueda investigar también quiénes son los responsables, quiénes se favorecieron. Qué empresas, por ejemplo, se beneficiaron cuando fue la estatización de la deuda privada a finales de la dictadura. Quiero decir, una investigación profunda que nos de elementos. Creo que hay una deuda de la democracia. A su vez, los compromisos externos en función de las nuevas realidades: hay nuevos tenedores, no son los mismos tenedores que los originales. Hubo renegociaciones, hubo quitas. Ahí hay un componente actual que también dificulta todo esto. Por lo tanto una cosa es la investigación y otra cosa es si vos tenés que cumplir los compromisos actuales. En relación a esto, al cumplimiento de los compromisos, a mí me parece que es razonable utilizar las reservas. Hay casi U$S 48 mil millones de reservas. Según las distintas miradas, aún los que tienen enfoques económicos distintos; algunos que priorizan más el cuidado de la base monetaria, otros que tienen menos preocupación sobre esto. Cualquiera de las miradas existentes se sabe que hay, y todos coinciden, una situación de reservas que permiten utilizar parte de ellas para confinarlas, por ejemplo, a los compromisos externos. También se puede utilizar con otros objetivos vinculados al desarrollo del país. Los que están pensando hoy en no utilizar las reservas, mayoritariamente -en este grupo A famoso-, no están pensando en no pagar, están pensando en empujar hacia el ajuste o hacia el endeudamiento con tasas más altas. Porque es la receta que siempre utilizaron y fracasaron. Nosotros creemos todo lo contrario. Que no hay que enfriar la economía, que no hay que achicar el gasto público; hay que incentivar el consumo, lo que implica un círculo virtuoso de mayor oferta, mayor producción, mayor empleo. Utilizar las reservas está bien, genera mejores condiciones para abordar las problemática fundamental para nosotros que es la deuda interna, el blindaje social que hay que hacer, las políticas sociales, las políticas de infraestructura. Que la deuda interna se pueda abordar con los recursos que tiene el presupuesto y los compromisos externos cubrirlos con estas reservas que también es producto del esfuerzo de todos estos años.

¿Por qué cree que se hizo tanto hincapié en las formas en que se decidió la medida para pagar deuda con reservas?

Aunque no es un dato menor cómo se hacen las cosas, hay muchos que están utilizando el tema de las formas para no debatir la cuestión de fondo. Así no aceptan públicamente que en realidad lo que están planteando es empujar al ajuste con endeudamiento. La cuestión de las formas también es importante. Nosotros dijimos públicamente que hubiéramos preferido la ley. Para nosotros hubiera sido mucho mejor una ley que permita debatir. Eso permite y obliga a que todos tengan que decir y opinar sobre la cuestión de fondo. A nosotros nos hubiera gustado una ley, pero somos conscientes de que nosotros no gobernamos. Nosotros lo hubiésemos hecho de otra manera; ahora, también es cierto que un DNU tiene fuerza de ley y es una facultad constitucional que tiene el Poder Ejecutivo, lo hubiésemos o no lo hubiésemos utilizado nosotros.

Habla de investigar la deuda externa ilegítima. En este caso, ¿podría haber una coincidencia con el resto de los partidos de centroizquierda para trabajar juntos en el Congreso?

Yo creo que hay una diferencia que tiene que ver con la evaluación de lo que está pasando hoy en la Argentina. Hay una diferencia de fondo con esto, con lo inaugurado o no en el 2003. Nosotros decimos, lo hemos dicho muchas veces, este proceso iniciado en la Argentina es un proceso con claroscuros, con cosas buenas, con cosas malas. Hemos llegado a decir que es un modelo donde convive antídoto y veneno en el mismo lugar. Por lo tanto es un proceso que obliga a mayor complejidad en la relación y en el análisis. Qué significa esto: que tiene cosas muy buenas y cosas muy malas, por lo tanto no se puede ni comprar en bloque ni impugnar en bloque. Si vos lo comprás en bloque te llevás cosas como (Ricardo) Jaime y sus aviones y si impugnás en bloque también estás impugnando mucho de tu historia, mucho de tu agenda que reivindicás. No es lo mismo relaciones carnales que integración regional, no es lo mismo jubilación privada que jubilación estatal, la Corte menemista que esta Corte, no es lo mismo una asignación universal a que no exista; entonces, creemos que hay cosas para defender y eso lo hemos dicho desde hace mucho tiempo. Creemos que hay pasos positivos dados que hay que defender sin aceptar los límites del presente, sin resignarse a los límites del presente, sin creer que es lo máximo que se puede hacer (…) Además, tenemos profundas diferencias porque no ha se construido al calor de estos mismos debates inaugurados una cultura política nueva y se sigue sosteniendo sobre las viejas estructuras de los partidos tradicionales que hoy se han degradado, corrompidos, vaciados de contenido. Entonces tenemos diferencias, claramente, pero creemos que no es más de lo mismo. Hay una parte de la centroizquierda en la Argentina que cree que lo que vive en el país hoy es más de lo mismo o es igual a lo anterior, por lo tanto considera que no hay nada para defender y nosotros creemos que esto es un error. Y este análisis nos lleva también a actuar de determinada manera.

¿“Actuar de determinada manera” es diferenciarse del denominado “Grupo A”?

En el caso puntual de estos debates mencionados o en la conformación del grupo A, tanto en la constitución de las mayorías parlamentarias en el inicio de las sesiones como también en la distribución de las comisiones en el Parlamento, este bloque que se ha constituido en grupo A es un bloque que está hegemonizado por el pensamiento de derecha conservador, con un pensamiento que plantea retroceder, por lo tanto cuando una parte de la gente de centroizquierda ayuda a constituir mayorías en ese espacio me parece que está cometiendo un grave error. Con el riesgo de que con un discurso de ir por más, termina siendo funcional a los que quieren ir por menos (…) Es imposible imaginarse que (Adolfo) Rodríguez Saá, que (Carlos) Menem, que (Oscar) Aguad, que la Coalición Cívica, que Patricia Bullrich sean los que te generen un marco de acuerdo para profundizar políticas distributivas y ni que hablar de cuando hablan de la calidad institucional o la calidad republicana porque la verdad que es difícil imaginarse que Rodríguez Sáa y Menem van a mejorar la calidad institucional. Por lo tanto, que ese armado pueda proponerle a la Argentina una salida más progresista es difícil de creer; y que una parte de la centroizquierda considere que dentro de esa constitución de mayorías pueda influir positivamente me parece claramente equivocado, de un riesgo muy complicado.

¿Qué proyectos de ley prepara el Partido en el Congreso de cara al 2010?

El Partido trabaja en varios ejes: un eje vinculado a políticas innovadoras en materia de lucha contra la corrupción, de transparencia en la gestión pública, en la rendición de cuentas, el libre acceso a la información, en mecanismos de democracia participativa, todo lo que tiene que ver en mejorar la calidad institucional, la calidad democrática. También todo lo que tiene que ver con igualdad de acceso a derecho; y en ese sentido los derechos civiles y derechos sociales. Otro capítulo profundo es todas las políticas distributivas, todas las políticas de blindaje social, de protección de los sectores más vulnerables, queremos hacer ley la asignación universal, queremos plantear la reforma de política tributaria, de gravar la renta financiera, de discutir cómo el estado interviene en la renta extraordinaria que tienen muchos sectores en la Argentina. Además trabajamos el problema de los recursos naturales: la soberanía. En democracia, distribución y recursos naturales hay tres grandes ejes, no excluyentes de los demás, que marcan nuestros ejes de trabajo en el bloque.

¿Qué aporta la experiencia de gestión en Morón durante diez años?

La experiencia de Morón aporta mucho en varios aspectos. Primero que le da un perfil a esta construcción política. Es una fuerza que viene a renovar la política, que además lo hace con experiencia, que puede demostrar con claridad, como dijimos en la campaña, que no todo es lo mismo; no solamente en término del discurso sino también en el balance de lo hecho. Y eso es un plus, indiscutiblemente. Nosotros queremos construir fuerzas de mayoría y queremos gobernar. Somos absolutamente conscientes de que ello lo tenemos que hacer con muchos y con muchas y con otros y con otras, por lo tanto no nos creemos autosuficientes. Es una fuerza política que tiene un rasgo de identidad en su experiencia de gobierno y por lo tanto nace con vocación de gobernar, con ganas de gobernar para transformar. Eso también es un perfil, que rompe la cultura testimonial que han tenido muchos espacios progresistas y populares durante mucho tiempo.

¿Qué se cambió en Morón?

La experiencia de Morón ha sido importante, tanto en lo que hace a la lucha contra la corrupción, la transparencia en la gestión pública, como a las políticas de distribución, el fuerte compromiso social. Una democracia de cercanía, anclada en el territorio que marcó un perfil de construcción de una ciudad para todos y todas y no para una parte. Más allá de todo lo que hay para hacer y todo lo que hay pendiente, pero como rumbo se inició un camino que demostró que se puede.

¿Podrías contarnos un ejemplo paradigmático de cómo revirtieron la corrupción enquistada que existía previa a la llegada del EDE al Municipio de Morón?

Hay claramente un antes y un después. Morón era el paradigma de la corrupción menemista en la provincia de Buenos Aires. Claramente hay un antes y un después en el viraje de la calidad institucional, la calidad democrática, y en cuanto a las herramientas que permitieron destruir las redes delictivas que estaban en la estructura del Estado. Hay un antes y un después en lo que hace también a la democratización del espacio público, a la recuperación de lo público como de todos y de todas y no como lo de nadie, que era lo que vivíamos antes. También se puede hacer un antes y un después en cuanto a política de salud, políticas de educación, políticas sociales, de cultura, de deporte, de comunidad. Podés hacer un antes y un después en muchos aspectos, en muchas cosas; en una ciudad que tiene un plan de desarrollo estratégico, que ha planificado cuál es su futuro, que está pensando qué construir de acá a diez, veinte años. Creo que hay muchos temas que permiten generar un antes y un después. Hay ejemplos gráficos; hay lugares donde antes eran zonas totalmente postergadas y hoy son barrios con asfalto, con agua corriente, con plazas. En todo esto se ha hecho mucho y aún queda mucho por hacer. Pero esto es lo que te da la gestión, poder balancear concretamente los resultados de la política.

Ahora le pregunto de cara al futuro, ¿existe un posicionamiento político del espacio partidario de cara a las elecciones de 2011, tanto en la Ciudad como a nivel Nación?

Hoy no hay una definición de lo electoral, la verdad que no estamos discutiendo. No es que no lo cuento porque no es políticamente correcto. De verdad, no estamos conversando el tema de candidaturas. Si estamos haciendo un gran esfuerzo para construir nuestra fuerza política. Como Partido tenemos un objetivo que nos dimos desde la coordinación del espacio nacional del EDE: que en 2010 nazca una fuerza política nacional. Por eso el gran trabajo que tenemos este año de la personerías jurídicas en cada uno de los distritos, en distintos rincones del país. Estamos en la construcción del Partido con una fuerza Política que, junto con otras fuerzas políticas y sociales, pueda construir una fuerza progresista, popular, con vocación de mayoría de gobierno, por fuera de los partidos tradicionales, que marque un rumbo y que ese rumbo lo haga atravesar por lo que pasa en el presente; y ese presente es la realidad que vivimos.

¿Con esto último a qué se refiere?

Nuestra fuerza política tiene que entender con mucha claridad que a la derecha lo que le preocupa de este Gobierno son todas las cosas que a nosotros nos gustan. Las cosas que ha nosotros no nos gustan del Gobierno a ellos no les preocupa, porque han hecho muchas veces lo mismo. Nosotros, con absoluta autonomía tenemos que condicionar con una perspectiva progresista y popular el rumbo del Gobierno.

-¿Cuáles son las prioridades del EDE de este año?

En lo que hace a la organización interna: la construcción de la fuerza política nacional; tener la herramienta política y jurídica nacional como para poder entonces, junto con otros y con otras, construir una propuesta en la Argentina. Y desde el punto de vista nacional, la prioridad está puesta en la agenda parlamentaria que mencionamos y en las cosas que ha nosotros más nos preocupan. Nosotros no vemos al Partido como un fin en si mismo. Tener la herramienta política y jurídica es justamente para que esa herramienta pueda estar al servicio de la construcción de una sociedad de derechos políticos, sociales, económicos y culturales para todos y todas y no sólo para una parte.

5 comentarios:

  1. Bien Martin! que no nos corran por ningun lado. Ni a conformarse ni a ceder un paso en la dirección equivocada.
    COHERENCIA!

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  2. Chacho Peñaloza23 marzo, 2010

    Me sorprende gratamente que Sabbatella diga que si bien hay que pagar la deuda, primero hay que determinar qué parte de esta es ilegítima. ¡Dejemos de pagarles las deudas a las empresas cipayas!

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  3. El problema es que estas cosas no se saben. Es "sabbatella quiere usar las reservas" y nada mas. La simplificacion absoluta que cada dia nos hace mas tarados.

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  4. Sería interesante un planteo de medidas para combatir la usura de los bancos.
    Cuando teníamos la libreta de ahorros del Correo Central, era imposible pensar que los intereses que te pagaban por los pequeños ahorros fuesen tan inferiores al aumento del costo de vida, y menos aún que te cobrasen una mensualidad por el uso de la libreta.
    El spreed entre los que te pagan por intereses y lo que cobran por prestar la plata que depositás se llamó siempre USURA.

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  5. Me gustaría saber que proyectos tienen respecto a la Educación. Concretamente que piensan hacer para que todos los niños y adolescentes va<yan a la escuela y los docentes puedan dar sus clases diariamente. Gracias

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