El presidente de la Comisión Provincial por la Memoria mantuvo una entrevista para este boletín en la que abarcó varios temas, desde la seguridad en la ciudad hasta la sanción del matrimonio igualitario. Te invitamos a compartir este video de la entrevista.
¿Por qué dejó la fiscalía y dio el paso a la política?
Uno en la vida puede continuar con la rutina y esperar que llegue la jubilación o dedicarse a crear cosas nuevas. Creo que la generación de un espacio político como es Encuentro, con Martín Sabbatella como referente político, me atrajo enormemente. Es una posibilidad de estar más activo, la Fiscalía después de 23 años estaba más armada y ya funcionaba muy bien. Así que dejé la Fiscalía, por supuesto andando muy bien, con gente joven que está a cargo ahora de seguir adelante con los juicios de lesa humanidad, y me dediqué a esta actividad, y también a la Comisión Provincial por la Memoria. Allí tenemos una dinámica muy fuerte y muy interesante, vinculada a los DD.HH. del pasado y del presente.
¿Cómo evalúa la política del Estado y hacia dónde tiene que ir en el juzgamiento del terrorismo de estado?
No se puede construir una democracia a futuro si no existe memoria y no se conoce la verdad de los hechos ocurridos. Máxime cuando hay una dictadura militar de por medio o el exterminio de grupos nacionales, o la persecución a sectores nacionales con crímenes de gran envergadura o crímenes de lesa humanidad.
Toda sociedad democrática que aspire a serlo debe construirse sobre cimientos de verdad, de justicia y de memoria, y con la penalización de los criminales, para que se sepa que eso es una cuestión de Nuca Más en serio.
¿Qué debe hacer el Estado para que las políticas de promoción y protección de los DD.HH. sean consistentes?
Los DD.HH. no pueden ser una consigna que se queda anclada en una etapa histórica. Son una interacción permanente en la cual la cuestión de las DDHH, lo que significa en definitiva esa convivencia civilizada a través de las normativas jurídicas que parten de los tratados internacionales, de la Constitución argentina, de las constituciones provinciales y de todo el conjunto de normas jurídicas que conforman el ordenamiento jurídico, tiene que regir para todos y permanentemente. Juzgar los crímenes del pasado que no fueron juzgados en su oportunidad y también perseguir los crímenes del presente.
Tomando el caso de los chicos Noble Herrera ¿Cómo evalúa el tema del ADN, tiene una dimensión de política coyuntural o habla de otra cosa?
Las corporaciones en Argentina son las que han manejado históricamente los destinos del país y en este momento en que se insinúa una política ciertamente independiente, que se escuchen ciertos reclamos populares y se canalicen a través de medidas de gobierno, con contradicciones, con imperfecciones, pero al fin se encara un rumbo determinado, genera en las corporaciones grandes resistencias. Lo vemos en el grupo mediático, sobre todo Clarín, lo vemos en la Iglesia católica con el matrimonio igualitario, por ejemplo. Y lo vemos también en los sectores económicos concentrados como los grandes productores del campo, que quieren más, pero además no quieren que otro le maneje la ruta o la agenda de su propia gestión interna.
Hoy día creo que el debate pasa por ahí: entre las corporaciones y el poder democrático, y esto es una gran disputa política que debemos dar. Y el caso Noble Herrera es un ejemplo clarísimo. Están buscando burlar al sistema institucional de la justicia dentro de un mecanismo de investigación que es respetuoso de los DD.HH. Hay una ley que regula en qué casos y en qué circunstancias se pueden extraer muestras para hacer un estudio de ADN. Hay protocolos que hay que seguir. Se ha observado todo y se ha seguido todo, y pese a eso hay resistencias, porque lo que se quiere es impunidad. Impunidad para no conocer la verdad, y estar por fuera del sistema político. Y esto es lo grave de la cuestión y sobre lo que hay que tener la conciencia muy clara. Así como dijo Alfredo Yabrán que el poder es impunidad, estos señores ejercen este manejo discrecional para ocultar la identidad de los chicos, para no conocer la verdad, están ejerciendo la impunidad del poder.
¿Podría hacer una lectura política de la sanción del matrimonio igualitario y del impacto que tiene?
Todavía no tenemos dimensión del salto cualitativo y cuantitativo que significa esta ley de matrimonio igualitario. Trasciende el mero hecho del matrimonio y lleva a la sociedad argentina a un plano de igualdad en muchísimas esferas. Y nos coloca, una vez más, a la vanguardia de la legislación del mundo. Estamos entre los 10 países que han adoptado esta legislación que corresponde a estos tiempos que vivimos y que además va en contra de lo que dice (Joseph) Ratzinger que asegura que el problema de la humanidad es la relatividad. Por eso apuestan al absolutismo que es el dogma y que es imponer las verdades de la verticalidad de la Iglesia. El relativismo implica la duda, implica la posibilidad de ver al diferente, de aceptar una sociedad plural, y no estigmatizar a todo aquel que se aparte del parámetro de “normalidad” que establece una sociedad determinada. Así que esta disputa es cultural, es de crecimiento de una sociedad más democrática. Y creo que tenemos que apostar fuertemente a que se instale el debate, porque así van a ir cayendo una serie de barreras, por ejemplo, que hacen a la violencia de género, eso hay que trabajarlo, igual que la instalación del aborto, que es una medida que nuestro partido también sostiene, pero hay que instalarlo de vuelta en la sociedad. Así que el matrimonio igualitario fue un paso muy bueno, y además fue transversal, porque abarcó todos los sectores políticos. Y a la Iglesia le quita un discurso hegemónico que mantuvo a lo largo de los tiempos.
¿Cuáles son los errores del Gobierno porteño en la implementación de la Policía Metropolitana?
Yo lo que veo es que esa policía es una mera cosmética, sin llegar a crear una policía seria, nueva, medular y vertebral. Es solamente un poco de imagen ante la sociedad, como para que parezca que se está dando una respuesta al tema, poniendo algunos policías en las calles. Pero no hay ni una infraestructura ni una inversión en seguridad que lleve a una planificación de largo plazo, como solventar el tema de la policía.
Si el Encuentro gobernara la Ciudad, ¿qué haría con la Policía Metropolitana?
Ha quedado demostrado que se puede reencauzar una fuerza cuando está mal estructurada o armar una nueva. En el caso de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), a cuyo frente estuvo Marcelo Saín, es un ejemplo de cómo de la nada o, incluso, con viejos resabios de la policía aeronáutica, se pudo armar una fuerza de seguridad de excelencia. Yo te comento que en los crímenes de lesa humanidad, en el caso de Bahía Blanca puntualmente, pero también en otras jurisdicciones, el 80 o 90% de las detenciones las logramos con la PSA, que no está contaminada, que actúa con profesionalismo y cumple las directivas del fiscal. Entonces, esto demuestra que es factible poder concretarlo. Hace falta voluntad política y hace falta también una claridad ideológica de quienes conducen el poder político, para orientarse en esta dirección y no en la otra, del facilismo de la mano dura.
Se habla de conducción civil de la Policía o de conducción policial de la Policía. En este debate, ¿cómo lee el nombramiento de Fino Palacios?
Demuestra que se puso al frente de la Metropolitana a lo peor de la Policía Federal. Ese nombramiento tendrá que ver con algunos acuerdos que Macri tiene de la época de su secuestro, y que deberá explicar. Macri ha llegado a sostener que aquellos que lo rescataron finalmente habían sido condenados, porque, “bueno, habían cometidos apremios ilegales”. Pero en definitiva habían actuado por fuera de la ley, habían actuado con torturas, y era un grupo mafiosos dentro de la Policía. Pero él dice, “bueno, a veces la Policía tiene que pasarse un poco de la línea”, esto lo sostuvo en un programa de Mirta Legrand. Así que no solamente hay falta de claridad ideológica sino que hay un compromiso con el “manodurismo” y los discursos de derecha más perversos.
¿Tiene futuro el Acuerdo Democrático por la Seguridad?
Depende de nosotros, como toda construcción que se realiza. Depende de los que estamos articulando estas políticas si las llevamos a un buen puerto o no. Existe una muy buena voluntad para hacerlo, tenemos reuniones y tuvimos una reunión estos días. Nos hemos reunido con la Comisión de seguridad y la Comisión de DD.HH. en la Cámara de Diputados, hay especialistas en seguridad que están trabajando con nosotros. Lo hemos presentado en la Provincia de Buenos Aires y ahora se va a presentar acá, en la Ciudad, en el mes de agosto, dando otro paso para extender el concepto, ir logrando los diez puntos del Acuerdo, y consolidarlos con medidas concretas: creando una policía judicial, una policía independiente para investigar las causas judiciales, etc. Está en nosotros que esto pueda desarrollarse.
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