29 de julio de 2010

Editorial

El procesamiento de Macri por las escuchas ilegales
por José Campagnoli
Presidente del EDE Ciudad de Buenos Aires


Hace pocos días la Cámara Federal porteña ratificó el procesamiento del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, como integrante de una asociación ilícita que funcionaba dentro del Estado y se dedicaba a realizar escuchas ilegales. Se lo acusa de delitos de violación de secretos, abuso de autoridad y falsificación de de documentos públicos en concurso con el de miembro de una asociación ilícita. La Cámara también confirmó el procesamiento del ex jefe de la Policía Metropolitana, Jorge “Fino” Palacios.
A poco mas de dos años que la “ola amarilla” inundara la Ciudad con un discurso de renovación política, modernización de la administración publica y retórica republicana, va quedando al desnudo la verdadera esencia del experimento macrista.

La confirmación de la existencia de un aparato de inteligencia montado para auscultar a opositores y parientes confirma una línea de continuidad que se entrelaza con el nombramiento de Abel Posse, la UCEP como guardiana del espacio público y el aumento de la mortalidad infantil en el distrito más rico del país. Un menú de acontecimientos que retrata tal cual es el espíritu de esta nueva derecha vernácula.
Muchas veces se ha escuchado a dirigentes del PRO señalar que ellos no responden a cortes ideológicos del “pasado”, que se sienten al margen del debate entre izquierdas y derechas. Pero es sólo una coartada endeble para esconder su verdadera matriz de pensamiento: ni modernos, ni eficientes, mucho menos republicanos, simplemente de derecha. Y es esto lo que coloca a Macri y al PRO dentro del mismo espectro político que Duhalde, Reutemann o Julio Cobos.
Comos señalamos en otras oportunidades, las clases dominantes que en el siglo pasado apelaron al partido militar o a la cooptación de los grandes movimientos populares para vehiculizar sus intereses, hoy desarrollan una experiencia alternativa en la Ciudad, esta vez sin intermediarios, atendida por sus propios dueños. Tal vez este sea el único rasgo novedoso de eso que dice ser la “nueva derecha”: empresarios devenidos en políticos para representar, proteger y promover los intereses de su propia clase. Pero esto no sería lo más grave sino fuera porque, para llevar este proceso adelante, apelan a maniobras delictivas y antiéticas, convencidos, por un lado, de que pueden gobernar una ciudad con los mismos parámetros con los que manejan sus empresas privadas y, por el otro, de que su poder económico y político los proveerá de la impunidad que supieron gozar en otros tiempos.
Pero esta prueba piloto enfrenta serias dificultades, y somete a la Ciudad a una grave crisis institucional. Macri apela a bravuconadas estimuladas por los consejos del gurú ecuatoriano, buscando artilugios para salvar su imagen y exigiendo que la Justicia modifique sus tiempos como si fuera una sucursal de alguna de sus empresas.
En este escenario es fundamental, por un lado, que la Justicia Federal pueda desarrollar su tarea, con los tiempos procesales pertinentes y, por otro, que las fuerzas políticas opositoras utilicen los mecanismos constitucionales para avanzar en las investigaciones correspondientes.
Creemos necesario que Mauricio Macri se presente en la Legislatura a dar explicaciones y que, por lo menos, se tome licencia mientras dura la investigación. Seria tragicómico que, cuando se inicie el juicio oral, comparta el banquillo de los acusados con Ciro James y Palacios, y que por la tarde vele por la “seguridad” de los porteños.

1 comentario:

  1. El Pro es un espacio con algunos fieles que siguen, ilusos, a un líder espiritual que sólo cree en "cal y arena", en los ladrillos. Lo imagino festejando post destitución, feliz de poder volver al negocio familiar (que ya le quitó al padre) y viajar por el mundo con su nueva pareja, abandonando esta tarea política en la cual no termina de entender para qué se metió. "¿Cómo no me voy a meter?"

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